OpenAI lucha por la marca registrada "GPT" mientras otras empresas solicitan marcas similares

La startup OpenAI está sintiendo la necesidad de proteger su marca últimamente, y es comprensible. ThreatGPT, MedicalGPT, DateGPT y DirtyGPT son solo algunos ejemplos de las muchas empresas que han solicitado marcas registradas con la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos en los últimos meses.

Todas estas empresas están aprovechando la impresionante popularidad de ChatGPT, el chatbot lanzado en noviembre por OpenAI que se basa en el modelo de aprendizaje profundo de la compañía, cuya última versión, GPT-4, fue lanzada el mes pasado.

No es de extrañar que después de solicitar en diciembre una marca registrada para "GPT", que significa "Generative Pre-trained Transformer", OpenAI haya pedido el mes pasado a la USPTO que acelere el proceso, citando las "numerosas infracciones y aplicaciones falsificadas" que están empezando a surgir.

Desafortunadamente para OpenAI, su petición fue desestimada la semana pasada. Según la agencia, los abogados de OpenAI no pagaron una tarifa asociada ni proporcionaron "la documentación adecuada que respalde la justificación de la acción especial".

Dado el resto de la cola en la que se encuentra OpenAI, eso significa que la decisión podría tardar hasta cinco meses más, según Jefferson Scher, socio del grupo de propiedad intelectual de Carr & Ferrell y presidente del grupo de práctica de marcas registradas de la firma. Incluso entonces, el resultado no es seguro, explica Scher.

Ciertamente, dice, OpenAI tiene muchas razones para esperar que pueda asegurar la patente. Le preguntamos, por ejemplo, si OpenAI podría enfrentar resistencia dado que la "T" en GPT significa "Transformer", que es el nombre de una arquitectura de red neuronal que los investigadores de Google presentaron por primera vez en 2017 y que se ha utilizado ampliamente. "¿Puede GPT ser una marca aunque tenga un origen muy descriptivo?" pregunta Scher. Puede, dice, señalando a IBM, abreviatura de International Business Machines, como solo un ejemplo de una marca que tiene un origen descriptivo, aunque la descripción sea débil. Eso "no garantiza que [OpenAI] pueda terminar siendo dueño de [GPT]", agrega Scher, pero tales precedentes ayudan.

También es útil, dice Scher, el hecho de que OpenAI haya estado usando "GPT" durante años, habiendo lanzado su modelo original Generative Pre-trained Transformer, o GPT-1, en octubre de 2018.

Una vez más, Scher señaló que es una "situación divertida", en el sentido de que "por lo general, cuando basas una reclamación en el uso, gradualmente has construido tu marca en el mercado", mientras que OpenAI era principalmente conocido por los investigadores de IA hasta el año pasado, cuando lanzó un fascinante modelo de aprendizaje profundo que genera imágenes digitales (DALL-E 2), seguido de ChatGPT, que convirtió a la compañía en una especie de sensación de la noche a la mañana.

Incluso si un examinador de la USPTO no tiene problemas con la solicitud de OpenAI, se moverá después a un período de oposición, donde otros participantes del mercado pueden argumentar por qué la agencia debería negar la marca registrada "GPT".

Scher lo describe de esta manera: En el caso de OpenAI, tendría que establecer que "GPT" es propietario y que el público lo percibe como tal en lugar de percibir el acrónimo como perteneciente a la IA generativa de manera más amplia.

¿Cómo tomaría la USPTO una decisión sobre la percepción pública? "Un escenario es tomar una muestra aleatoria de estadounidenses y hacerles la pregunta", dice Scher, pero eso es un proyecto de seis cifras que el gobierno no va a pagar, por lo que cualquier desafiante de OpenAI tendría que pagar algo así.

Otro medio para establecer la percepción pública se relaciona con cómo se ha utilizado "GPT" en público, desde programas de entrevistas nocturnos hasta escritos públicos. "Si la gente no lo trata como propietario, entonces un juicio de marca registrada decidiría si es protegible o no".