Lanzamiento del cohete New Glenn se pospone hasta 2025

La espera por el lanzamiento de New Glenn

El mundo tendrá que esperar un poco más para ver despegar el imponente cohete New Glenn de Blue Origin. Este lanzamiento estaba previsto para enviar dos naves espaciales a Marte durante una ventana de ocho días que se abre el 13 de octubre. Sin embargo, NASA anunció recientemente que ha decidido posponer la misión, denominada ESCAPADE, hasta la primavera de 2025. La razón de este aplazamiento se debe a problemas potenciales de costes y técnicos relacionados con el desalojo de combustible de los dos satélites.

La complejidad del lanzamiento de un nuevo cohete

El primer lanzamiento de un cohete nuevo siempre conlleva enormes riesgos, tanto para el vehículo de lanzamiento como para la carga útil. Blue Origin ha estado trabajando a contrarreloj para tener listo el New Glenn para su lanzamiento en un mes. El CEO de Blue Origin, Dave Limp, reconoció en una publicación en X que aún queda mucho trabajo por hacer: “Aún hay mucho por hacer, pero hay progreso”, comentó. Esto refleja la presión constante que enfrentan las empresas del sector espacial para cumplir con los plazos.

Recientes informes de Bloomberg han revelado fallos importantes en las pruebas del hardware del New Glenn, sugiriendo que el calendario establecido era demasiado ambicioso. Estos contratiempos técnicos no solo afectan a la empresa, sino que también ponen en riesgo la reputación de la misma ante la comunidad espacial y los inversores.

Cambios en la misión

En lugar de las naves espaciales ESCAPADE, la primera misión del New Glenn, que ha sido reprogramada para noviembre, llevará tecnología de Blue Ring. Este lanzamiento también será el primer vuelo de certificación bajo el programa de Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL) de la Fuerza Espacial de Estados Unidos. Para que Blue Origin pueda comenzar a lanzar cargas útiles de seguridad nacional bajo el NSSL, debe completar dos misiones exitosas con el New Glenn.

La reprogramación de la misión ha generado incertidumbre sobre el tiempo de tránsito hacia Marte. Un lanzamiento en octubre habría permitido que las naves espaciales llegaran a la órbita de Marte a principios de septiembre de 2025. Con el nuevo calendario, aún no está claro cuánto tiempo llevará el trayecto hasta el planeta rojo. NASA no respondió a las consultas de los medios sobre este tema antes de la hora de publicación.

Los riesgos asociados al combustible tóxico

Los satélites, construidos por Rocket Lab, utilizan propulsores hipergólicos que son altamente tóxicos. Christophe Mandy, el ingeniero jefe de sistemas de la misión ESCAPADE en Rocket Lab, comentó en una entrevista el mes pasado que el hecho de tener que alimentar y luego desalimentar las naves espaciales introduce riesgos adicionales. “Si estamos alimentados y luego tenemos que desalimentar, limpiar las naves espaciales aumenta varias formas de riesgo que deben ser gestionadas”, explicó.

Este tipo de combustible requiere un manejo cuidadoso debido a su toxicidad. La decisión de posponer el lanzamiento fue tomada para evitar los desafíos significativos en términos de costes, cronograma y cuestiones técnicas que podrían surgir al intentar retirar el combustible de las naves en caso de que se produjera un retraso en el lanzamiento, lo que podría deberse a diversos factores.

Implicaciones para el futuro

La comunidad espacial observa con atención el desarrollo de esta situación. Los retrasos en los lanzamientos pueden tener un efecto dominó en las misiones futuras y en la planificación de los proyectos de exploración espacial. La importancia de cumplir con los plazos establecidos es crucial para mantener la confianza de los socios y de las agencias gubernamentales, así como para asegurar inversiones en futuras misiones.

El futuro de la exploración espacial

A pesar de los contratiempos, el avance de la tecnología espacial es innegable. La competencia entre empresas como Blue Origin y SpaceX ha llevado a un rápido desarrollo de capacidades que antes parecían inalcanzables. La capacidad de realizar lanzamientos regulares y seguros es fundamental para el futuro de la exploración espacial, especialmente cuando se trata de misiones a Marte y más allá.

La situación actual también pone de relieve la importancia de la colaboración entre las empresas privadas y las agencias gubernamentales. A medida que más actores entran en el mercado del lanzamiento espacial, es vital que se establezcan normas y prácticas que aseguren la seguridad y la fiabilidad de las misiones. Esto no solo beneficiará a las empresas, sino que también permitirá un avance más rápido en la exploración del espacio.

En resumen, el aplazamiento del lanzamiento del New Glenn es un recordatorio de los desafíos que enfrenta la industria espacial. La combinación de innovaciones tecnológicas y la necesidad de cumplir con estrictos estándares de seguridad hace que cada misión sea un esfuerzo monumental. La espera puede ser larga, pero el futuro de la exploración espacial promete ser emocionante.