General Motors cancela robotaxis Cruise para ahorrar mil millones

El giro estratégico de General Motors: el fin de Cruise y la búsqueda de la eficiencia

General Motors (GM) ha tomado una decisión trascendental que cambiará el rumbo de su estrategia en el ámbito de la conducción autónoma. En una reciente llamada sobre los resultados financieros de la empresa, la CEO y presidenta, Mary Barra, anunció que la compañía espera ahorrar hasta 1.000 millones de dólares anuales tras poner fin al desarrollo de su programa de robotaxis Cruise. Este anuncio ha generado un gran revuelo tanto en la industria automotriz como entre los empleados de la subsidiaria.

El impacto económico de la decisión

La decisión de discontinuar Cruise se produce en un contexto financiero complicado para GM. Durante el cuarto trimestre de 2024, la compañía reportó una pérdida de 2.900 millones de dólares, impulsada en gran medida por los cargos relacionados con el cierre de Cruise y los costes de reestructuración de sus operaciones en China. Este golpe financiero incluye un cargo único de 500 millones de dólares por la decisión de dejar de financiar Cruise, así como un cargo de reestructuración no monetario de 4.000 millones de dólares.

A pesar de estos resultados negativos en el último trimestre, la perspectiva general de GM para el año 2024 es más positiva. La compañía reportó un ingreso neto de 6.000 millones de dólares para el año, y un beneficio ajustado de 14.900 millones de dólares. Sin embargo, el camino hacia la rentabilidad se ve complicado por los gastos acumulados en Cruise, que fueron de 400 millones de dólares en el último trimestre, aunque esto representa una disminución respecto a los 800 millones del año anterior.

El cambio en la estrategia de GM busca centrar los recursos en vehículos personales, alejándose de los gastos elevados asociados con el desarrollo de robotaxis.

Reestructuración y la integración de empleados

El director financiero de GM, Paul Jacobson, explicó que las proyecciones de ahorro están basadas en la asunción de que los empleados de Cruise se integrarán completamente en GM para mediados de año. Esta integración es un paso crucial para reducir costes y mejorar la eficiencia. "Creemos que nuestra estrategia de conducción autónoma reorientada conducirá a eficiencias y un ahorro anual de 1.000 millones de dólares en nuestra inversión en comparación con los 1.700 millones que gastamos en Cruise en 2024", añadió Jacobson.

Sin embargo, la reacción de los empleados de Cruise ha sido de sorpresa y preocupación. Muchos de ellos se han visto "deslumbrados" por la decisión de GM, después de que la empresa invirtiera cerca de 10.000 millones de dólares en Cruise desde su fundación en 2016. Desde el anuncio de diciembre, la mayoría de los empleados han cesado prácticamente su trabajo, a la espera de noticias sobre despidos o posibles ofertas de retención para unirse a GM y trabajar en autonomía.

La tecnología de conducción autónoma de GM

GM no se aleja del desarrollo de tecnologías de conducción autónoma, ya que ofrece a sus clientes Super Cruise, un sistema avanzado de asistencia al conductor que puede realizar ciertas tareas de conducción automatizada, como la conducción sin manos en determinadas autopistas. La automotriz ha estado trabajando para lanzar una versión de esta tecnología que permita la conducción sin manos y sin que el conductor preste atención, y podría depender de la tecnología de conducción autónoma de Cruise para mejorar las capacidades de Super Cruise.

Mary Barra afirmó que GM tiene la intención de ser líder en sistemas de autonomía de nivel 4, que permiten a los vehículos conducir sin que un humano tenga que intervenir en ciertas condiciones. "Estamos abiertos a trabajar con socios estratégicos para lograr este objetivo", declaró.

La ambición de GM es clara: buscar la eficiencia en el desarrollo de tecnologías que permitan una conducción completamente autónoma.

La respuesta de Cruise y el futuro de sus empleados

A medida que la incertidumbre crece entre los empleados de Cruise, la gestión de la empresa ha comenzado a extender ofertas de retención, principalmente a ingenieros. El CEO de Cruise, Marc Whitten, envió un correo electrónico a los empleados el 16 de enero, pidiendo paciencia mientras la alta dirección trabaja en los próximos pasos y espera que la junta de Cruise tome una decisión.

En su mensaje, Whitten mencionó que la empresa había completado la primera fase de notificaciones a aquellos empleados cuyos roles se consideraban necesarios para el futuro de Cruise. Sin embargo, también aclaró que aquellos que aún no habían recibido notificación no necesariamente están en riesgo de perder sus empleos.

Las fuentes dentro de Cruise han indicado que la junta se reunirá a principios de febrero, con la esperanza de formular un plan para los miles de trabajadores que ahora están inactivos y preocupados. A pesar de la situación incierta, Barra mencionó durante la llamada de resultados que espera finalizar el plan de reestructuración de Cruise "más adelante en este trimestre".

El efecto en las finanzas de GM

Jacobson advirtió que los gastos relacionados con los empleados de Cruise en el segmento de Norteamérica de GM se incluirán en los estados financieros de la empresa más adelante este año. Se prevé que estos gastos impacten en el margen de GM en Norteamérica en aproximadamente 50 puntos básicos este año, aunque se espera que GM permanezca dentro de su rango objetivo del 8 al 10%.

"También aumentará nuestros costes fijos automotrices y reducirá nuestro flujo de caja ajustado en el sector automotriz, ya que el efectivo utilizado por Cruise había sido excluido anteriormente", añadió Jacobson. Esto significa que, aunque GM busca eficiencias, la reestructuración de Cruise tendrá un impacto inmediato en las finanzas de la compañía.

Perspectivas futuras en la industria automotriz

La decisión de GM de poner fin a Cruise refleja un cambio significativo en el panorama de la conducción autónoma y la movilidad. Mientras que muchas empresas están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de vehículos autónomos, GM ha optado por replantear su enfoque y centrar sus esfuerzos en tecnologías que puedan ser implementadas de manera más inmediata y eficiente.

La estrategia de GM no solo implica una reestructuración interna, sino que también podría influir en la dirección de la industria automotriz en su conjunto. A medida que las empresas evalúan la viabilidad de los robotaxis y otros servicios de movilidad, el enfoque de GM podría servir como un caso de estudio sobre los riesgos y beneficios de tales inversiones.

Con el horizonte de la conducción autónoma aún en constante evolución, el camino que elija GM en los próximos meses será crucial para su éxito futuro. La capacidad de la compañía para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y a las demandas de los consumidores será determinante en su posición competitiva en la industria automotriz.